La portavoz parlamentaria de Ciudadanos considera que los criterios empleados para decretar las restricciones son una forma encubierta de someter a la región a otro “cerrojazo” total

Oviedo, lunes 18 de enero de 2020. “Las nuevas restricciones son arbitrarias, intencionadamente confusas y adoptadas sin ningún consenso previo más que el de los asesores áulicos del presidente” ha manifestado la portavoz autonómica, Susana Fernández, quien considera que los cierres perimetrales adoptadas en los concejos son “más de lo mismo”, ya que “estamos, otra vez, ante un paquete de restricciones más pensadas para que parezca que el Gobierno está haciendo algo que para atajar realmente la pandemia”.

A juicio de la parlamentaria “lo más grave es que entrarán otra vez en vigor sin haber arbitrado antes las ayudas a los sectores perjudicados”. Fernández que ha afeado al gobierno la demora en la activación del fondo de rescate ha apuntado que “todavía estamos esperando a que nos llamen  para acordar su aplicación y se nos empieza a agotar la paciencia. Tienen mucha prisa para prohibir, pero ninguna para ayudar”, ha dicho y “el Gobierno que no iba a dejar a nadie atrás, está dejando a todo el mundo tirado”.

“Los criterios empleados para decretar las restricciones son una forma encubierta de someter a la región a otro cerrojazo total”, considera Fernández, puesto que “las restricciones están basadas en unos datos genéricos, que tenemos que dar por buenos, porque nadie explica cómo se registran ni de dónde proceden”. La portavoz lo tiene claro “pidieron un confinamiento y están haciendo todo lo posible para tenerlo, aunque el Gobierno central lo rechazase”.

“El 80% de los asturianos no podrán salir de sus concejos. Y de nuevo se castiga a la hostelería, sin haber ofrecido ni un solo dato de los contagios que tienen origen en bares y restaurantes, cuando en otras regiones como Cataluña se ha demostrado que el 70% de los contagios se produce en entornos familiares”, ha añadido Fernández, a quien no le cabe duda de que “con los bares cerrados, la gente se reúne en las casas, le guste o no al Presidente, que sigue en una cruzada personal contra la hostelería difícil de comprender, pues la inmensa mayoría de los establecimientos son lugares seguros”, ha concluido.